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Los Elfos en la Mitología


Los Elfos son un gran enigma dentro de la mitología nórdica; ya que dentro de su estructura se desenvuelven prácticamente al margen; como los ecos de un mágico pasado que ha caído en desgracia. 

Afortunadamente para nosotros, el mito de los Elfos jamás perdió del todo su antiguo esplendor. Cedieron terreno ante otros seres mágicos, es cierto, pero sus sombras aún pueden percibirse como un susurro detrás del mito.
Los Elfos han resultado enigmáticos tanto para los mitógrafos como para los folkloristas. Sus intervenciones en las leyendas son numerosas, sin embargo, no siempre se destacan en papeles relevantes. Nuestra intención a partir de aquí es jugar un poco a ser detectives, y descubrir; en la medida de nuestras posibilidades, algo sobre el misterio que envuelve el mundo élfico
En los Eddas, los Elfos ya aparecen con una clara distinción; los elfos de la luz (ljiosalfar), y los elfos oscuros (svartalf).

Los elfos de la luz habitan una región llamada Alfheim (casa de elfo) y a veces Ljiosalfheim(hogar de los elfos luminosos), uno de los Nueve Mundos o planos de la cosmogonía nórdica. Se encuentra en el mismo nivel que la morada de los dioses (Valhal) y muy por encima de nuestro mundo o Midgard (tierra media). Aquí los Elfos son hermosos y brillantes, visten con finas telas y son bondadosos, aunque no muy dispuestos a tratar con los hombres. Alfheim era gobernado por un personaje no menos misterioso que los propiosElfos, llamado Frey, el dios de la lluvia la fertilidad y del sol naciente.
Varios eruditos avalan la hipótesis de que los Eddas identifican a los Vanes con loselfos (alfr). De hecho, es frecuente que se intercambie a veces "Ases y Vanes" por "Ases y Alves" cuando las sagas buscan referirse a todo el conjunto de criaturas divinas. Tanto losVanes como los Elfos tenían potestad sobre la fecundidad, y este intercambio sugiere que tal vez los Vanes eran sinónimo de los Elfos. Si esto llegara a confirmarse con estudios más profundos, alumbraría con nueva luz el misterio de los Elfos; y los ubicaría en el sito que una vez ocuparon , el de dioses.
Los Elfos son seres comunes en todos los países germánicos. Se los veneraba y se los temía. 

En Inglaterra treinta y cinco nombres propios dan cuenta de la importancia que tenían.

Otra prueba interesante sobre la importancia de los Elfos para aquellos pueblos es una de las palabras nórdicas para "sol": alfrothul, "rayo élfico".
Con el tiempo, y en gran medida gracias al catolicismo, los Elfos fueron confundiéndose con los enanos nórdicos, perdiendo sus atributos originales y adquiriendo otros, algunos no tan benéficos.

Sabemos que hasta se llegó a ofrecerles sacrificios; como lo demuestra el escaldo Svghvad Thodarson, quien en el año 1018 le negó hospitalidad a un campesino que celebraba precisamente su culto a los Elfos mediante sacrificio de animales.

La verdadera decadencia de los Elfos proviene de la evangelización, y de la encarnizada lucha de la iglesia contra todo lo pagano; absorbiendo a su vez muchos seres míticos para transformarlos en santos, permitiendo al vulgo continuar con su adoración herética a través de vehículos ya consagrados.

El culto a los Elfos no fue una excepción. Fueron disminuyendo, tanto en tamaño como en popularidad, aunque el eco se su antigua grandeza todavía resuena en algunos poemas.

Diremos para concluir este pobre análisis, que a pesar del poderoso trabajo de la iglesia por aplastar las creencias paganas, algunas lograron trascender el mero rito para convertirse en algo aún más sublime, fueron imaginación exenta de furor religioso, fueron poesía.

Los elfos tienden a ser un poco más bajos y delgados que los humanos normales. Sus rasgos son finamente tallados y delicados, y hablan con tonos melódicos. Aunque parecen frágiles y débiles, como raza son rápidos y fuertes. Los elfos viven a menudo por encima de los 1.200 años, aunque muchos antes de este tiempo se sienten impulsados a abandonar los reinos de los hombres y mortales. A dónde van no se sabe con seguridad, pero se trata de un innegable impulso de su raza.


En todas las épocas, el ser humano ha creído en la existencia de fuerzas, de poderes, de seres ocultos, de seres de otras galaxias o simplemente que no vemos, ahora hablaremos de los elfos ¿ quienes son estos seres de luz ?

Es posible que la denominación provenga de la Mitología Nórdica, en la que Elfos eran el conjunto de todos los Seres Fantásticos que poblaban esas frías tierras. Se dividían en los Elfos de la Luz y los Elfos de la Oscuridad, liosalfar y dockalfas. Cuando los Elfos llegan a Escocia se identifican con Seres Feéricos de tamaño humano, y Elfame es el País de las Hadas. Por el contrario, en Inglaterra son las Hadas de tamaño diminuto las que reciben este nombre, y la literatura francesa y victoriana populariza esta figura minúscula que habita en las Colinas de los Elfos.

E n las distintas lenguas nórdicas nos encontramos con los elves ingleses, los alfar germánicos, los elv daneses, los elfvar suecos, elfor o ellefolk escandinavos, alp y elbe alemán, aelpen anglosajón y alfa islandés. Sin embargo, podría indagarse en la denominación una posible raíz latina: albus, blanco.



Las más bellas descripciones de los Elfos míticos las encontramos en Escandinavia, donde también se les conocía como el Pueblo de las Huldre. Los elfos escandinavos son miembros de una antigua cultura, amantes de la música, la danza y las artes. Dominan los secretos de la naturaleza y de las hierbas mágicas, conocen los astros y el futuro, viajan sobre los rayos del sol, pueden atravesar cualquiera de los elementos, y prefieren la cercanía de las aguas.

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Aproximemos nuestra mirada a las frías tierras del norte europeo.
La península escandinava posee bosques de pinos, abetos, alerces, abedules, alisos, arces y robles. Muchos ejemplares de estos árboles son poderosas y robustas flechas que apuntan al cielo. Pero muy cerca de sus raíces, debajo o incluso dentro de alguna piedra, habitan los elfos; unos seres fantásticos que ejercen el verdadero dominio no sólo de estos bosques, sino de las montañas, de los lagos, de los arroyos. Ese es, pues, su reino; un reino indiscutido y que todos los habitantes del entorno aceptan entre temerosos y complacidos.

Por signos escritos en el corazón de las cosas; los elfos fueron unas criaturas que brotaron de la voluntad del dios Eru. Este dios quedó tan prendado de su creación que aseguró que no habría otros seres con más belleza y que fueran más sabios que los elfos. Cuando surgieron a la vida lo primero que vislumbraron, en mitad de una noche sólidamente negra, fue la luz de las estrellas. Esta luz quedó prendida de sus pupilas y esa es la razón por la que sus ojos brillan cual diminutas bolas encendidas en el interior de los bosques, donde la oscuridad es intensa. Los elfos son seres extremadamente exquisitos en sus vestidos y en la oratoria que usan para comunicarse. Siempre pulcros y limpios, gustan de mostrar adornos en todo cuanto les rodea; hasta el punto de que sus casas se presentan cuidadosamente decoradas y las calles y las plazas de sus poblaciones pueden exhibir ornamentos rayanos en el lujo más desorbitado.

Una cuestión envuelta en el misterio es la que se refiere a la muerte de los elfos. ¿Pueden morir o son, como a veces se dice, eternos?. Estos seres mágicos no envejecen. El dios que los creó les hizo el regalo de la inmortalidad por causas naturales. El paso del tiempo, que para los mortales acarrea el envejecimiento, la decrepitud y la muerte, a los elfos los dota de sabiduría. Si sus grandes aficiones son la poesía y la música, imaginemos el grado de virtuosismo que pueden alcanzar en estas dos artes los elfos de larga vida.

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