Su esencia estaba hecha de fuego , sus atuendos de hilo de oro,
Sus ojos de abrasador escarlata,
Su espada refulgia con la llama sagrada, y su brillo tan intenso era que heria los ojos al mirarla.
Por eso reconoci a Miguel.
Temible siervo del Dios de mi padre.
Y por eso mismo yo no lo hice.
Supe que queria que lo temiera,
Y por eso mismo yo no lo hice.
Supe que queria que me humillara,
Y por eso mismi yo no lo hice.
"Caín, primogenito de Adan.
Te traigo la palabra del Señor:
Arrepientete de tu crimen", dijo.
"Y entonces seras perdonado. Vuelve
Humildemente al seno de Dios
Y El te limpiara de todo pecado.
Pues es el Dios de la misericordia,
Quien redime al que esta exiliado
Y le da un lugar entre los benditos".
Senti el orgullo crecer en mi
Y le conteste al angel Miguel:
"Le di la adoracion de mi corazon,
Y El la juzgo demasiado indigna.
Le ofreci los frutos de mi trabajo,
Y El los juzgo demasiado poco.
Y cuando mi sacrificio fue sangre,
Como me habia enseñado, me expulso.
¿De que deberia arrepentirme?"
Exigi "¿Para que pedir perdon?
¿Por que premio me arrodillaria
Y adoraria de nuevo al Dios
Que me giro la cara cuando mas Lo amaba?"
El angel se enojo.
Sus ojos brillaron con fuego escarlata,
Y las llamas de su espada abrasaron
Y quemaron mis ropas y mi carne.
"Criatura orgullosa", pronuncio.
"Se maldito, si no por mi voluntad
Si por tus propias palabras.
Mi fuego
Sera tal enemigo para ti
Que tu y tus hijos lo temereis
Hasta que llegue el fin de los tiempos.
Toda la magia que has aprendido
No bastara para hacerle frente.
Tal es la maldicion que te impongo
Hasta que llegue el dia en que tu espiritu
Se humille ante los ojos de Dios.
Tal es el precio de tu desafio".
"Que asi sea", le conteste al angel.
Y, aun asi, no me arrodille.
Se fue entonces Miguel, y me dejo,
Y yo permaneci en soledad.
Entonces vino a mi otro angel
Cabalgando las alas de la mañana.
Todos los colores de los cielos
Tras el pintados sobre el horizonte;
Y todos los demonios de la noche
Huyeron tan pronto como lo vieron.
Reconoci a Uriel, pastor del sol.
Yo me quede de pie, en el suelo.
Arrogante y orgulloso, mientras
El bajo a la tierra frente a mi.
"Caín, el primogenito de Adan".
Dijo. "el alma de tus hermanos llora
Para que puedas ser redimido.
Y Dios ha escuchado su suplica.
Di solo que dejaras esta tierra.
Volveras a los brazos de tu padre,
Y entonces seras redimido".
"De nuevo, mi hermano le habla a Dios
De nuevo", dije, "prefiere sus palabras
A las mias. No pido compasion.
Ni la de mi hermano, ni la tuya.
Forjare mi propio destino al este
De las tierras de Nod,
y en el exilio
Establecere un glorioso reino.
Sentare a mis hijos en tronos de oro
Y, juntos, los hijos de Seth
Gobernaremos. Por que es mejor
Gobernar en plena oscuridad
Que humillarse falsamente en la luz".
Lleno de furia, y la luz albar.
Tras el se convirtio en un mar
De resplandeciente y mortal veneno.
"¡Miserable! Maldito por tu orgullo.
Dos veces maldito por tu osadia.
La luz del sol tu enemigo sera.
Te abrasara el alma al mirarlo.
Quemara la carne de tu cuerpo
Hasta que no sea mas que cenizas.
Aquellos de tu sangre que gobiernen,
Durante el dia deberan cubrirse
Con polvo, temiendo la luz del sol;
Los hijos de Seth que busquen poder
Los cazaran mientras duermen en el suelo
De los muertos, sin poder defenderse.
Incapaces de pedirles clemencia.
Asi sera tu reino, tu imperio:
Su trono construido con el miedo,
Su corona forjada con las sombras".
El sol se alzo y no pude contestarle.
Quise permanecer firme en el suelo,
Pero sus rayos me laceraban.
Quemando mi piel como un veneno.
Y la sangre dentro de mis venas,
Antes fria y llena de colera,
Fluia ahora cual hierro candente.
Hui de la luz y busque refugio
En la tierra, fria bajo mis pies.
Y alli, protegido en la oscuridad
Del mundo inferior, maldije el nombre
De quien alli me habia conducido.
Y maldije el de su eterno Señor.
Y cuando hubo pasado el dia.
La noche, de nuevo, cayo en mi.
Me alce de mi lecho de reposo;
Vi un tercer angel que me esperaba.
Sus ojos eran de negro azabache,
Dos espejos gemelos de la noche;
Sus alas eran sombras, que batian
A su alrededor como vientos salvajes.
Era el angel de la ira divina.
Temible Gabriel, destructor de Sodoma.
"Caín", dijo. "la semilla de Adan
En ti esta dos veces deshonrada,
Todas las leyes de vida profanadas.
Pero incluso tu alma corrupta
Puede, si te arrepientes, salvarse.
Renuncia a tus pecados y regresa
A Su redil. Todo volvera a ser nuevo,
Se perdonaran todos los pecados.
Se deshara todo el mal que hayas hecho.
El Señor te entrega este camino.
El tercer y ultimo para el perdon".
Al angel simplemente le dije:
"Solo soy lo que Dios ha hecho de mi".
Y, aun asi, no me arrodillaria.
Las negras alas batieron con furia.
La voz del angel retumbo con rabia.
Tan temible fue la exhibicion
Que la noche parecio estremecerse.
"Se entonces maldito para siempre.
Y alejado de los seres vivos.
No estaras vivo, ni tampoco muerto.
No seras humano, ni seras bestia.
Caminaras en la oscuridad,
Y todos tus hijos iran contigo.
Inmutables, sin poder expirar.
Y siempre sin ninguna esperanza.
La sangre sera tu unico alimento.
Todos tus sueños se convertiran
En frias, muertas e inerentes cenizas.
Vida y amor se marchitaran
Con tu mero contacto, y tu ansia
Devorara cualquier compasion.
Y todos a los que tu mas quieras,
Aquellos que descienden de tu orgullo,
Lucharan segun les dicta su sangre:
El hermano contra su propio hermano,
Joven contra viejo, debil contra fuerte.
Hasta que los mejores hayan muerto
Y tu familia este devastada.
Caminaras entre ellos como un juez.
Y conoceras el peor tormento:
Que un padre condene a sus hijos.
Asi ha hecho Dios contigo esta noche,
Y asi tendras que hacerlo con los tuyos.
Hasta que llegue el fin de los tiempos".
Entonces me dejo en la oscuridad.
Para sufrir el dolor de mi cambio.
El ansia de sangre se alzo en mi.
Como una copiosa inundacion.
La Bestia empezo a roer mi alma
Y, aun asi, no me arrodille
Entonces un cuarto angel llego.
Con las alas tan palidas y blancas
Como la luz de la luna en otoño.
Su rostro era alabastro,
Y su voz era mucho mas hermosa,
Que la mas dulce de todas las musicas.
Reconoci el rostro de Rafael,
Patron de todas las curaciones,
Y permaneci de pie ante el,
Incluso mientras imaginaba
Cual iba a ser su maldicion.
"Incluso con quien no se lo merece".
Dijo. "el Señor es misericordioso.
Te entrego una senda para buscar
La paz dentro de tu alma, incluso
En esta, tu oscuridad amarga.
Te entrego la luz de la esperanza
Para ti y para tus chiquillos.
Para que aguardeis a que llegue el dia
En que desaparesca la ira.
Y el orgullo de paso a la ternura.
El nombre de esta senda es Golconda.
Y quien busque con corazon puro
Podra al fin obtener salvacion,
A pesar de camine de noche,
Como los demonios, y aunque cargue
Con las maldiciones de mil angeles".
Entonces el se fue, y me dejo.
Antes de que pudiera responderle.
Cuando se hubo ido, me arrodille
En medio de la inmensa oscuridad.
Entonces, y solo entonces,
llore...
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