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Rabadarazel - Capitulo 1
Tu padre había muerto, él era un ocultista, esto tu madre no lo sabía, nunca le gusto esas cosas, así fue que en el momento de su muerte tomaste su libro de ocultismo que dejaba secretamente escondido en su biblioteca. Por las noches leías este libro y pasaron años que lo hacías debajo de la noche mientras tu madre dormía, y cuando terminabas lo ocultabas bien entre tu colchón y la cama donde dormías.
Paso el tiempo y aprendiste bastante, el libro tenía una serie de rituales al final del libro.
Te viste preparado a hacer uno, la emoción te corría por las venas aquella noche.
Prendiste varias velas en torno a un círculo que dibujaste con tiza sobre el suelo, varios símbolos fueron los que escribiste dentro del mismo.
Proseguiste a recitar una estrofa del ritual, seguido de una petición en la de debías derramar un poco de sangre en una copa, la cual agregaste al círculo, junto con un cuchillo de cocina.
Te cortaste un poco, casi apenas, lo suficiente para poder echar unas cuantas gotas en la copa.
Acto seguido recitaste una segunda estrofa.
El aire empezaba a cargarse. Según tus conocimientos el aire cargado daba a reconocer la presencia de energía negativa. Sabías que algo estaba dentro de la habitación, ya no te sentías solo, había alguien o algo más junto contigo.
El espejo de tu habitación se encontraba totalmente opacado, según lo que sabias, esto, daba a entender que el espejo fue el portal a aquello que haya entrado en tu habitación.
Al finalizar el ritual no sentiste más nada, esto era raro, quizás el ritual no había funcionado, releíste todo el ritual, paso a paso, y te diste cuenta que habías echo todo al pie de la letra.
El aire seguía cargado, pero un tanto menos denso. El espejo estaba en su total normalidad.
Apagaste las velas, y te recostaste en tu cama, ya era tarde y no ibas a darle tantas vueltas al asunto.
La noche siguiente proseguiste a hacer un ritual de Ouija, para hablar con los espíritus. Tus deseos de saber que habías invocado la noche anterior te dieron la idea de hacer esto.
Armaste la Ouija con un par de tarjetas con el abecedario distribuidas en un círculo en el suelo, dispusiste unas velas en torno a el y otras dos tarjetas en el medio donde decían “SI“ y “No”.
Colocaste tus dedos sobre la copa.
Tu: - Deseo conectarme con el espíritu del ritual de la noche anterior, si aquí se encuentra que me responda.-
La copa se mueve lentamente dando un saludo.
Tu: - Cuál es tu nombre?
La copa se mueve lentamente marcando, “ R A B A D A R A Z E L “
Tu: - Que eres?
La copa se mueve lentamente marcando, “ U N P A R A S I T O “
Tu: - Que bienes a buscar?
La copa se mueve lentamente marcando “ L O Q U E V I N E A B U S C A R Y A L O E N C O N T R E”
Tu: - Y que has venido a buscar?
La copa se mueve lentamente marcando “ L O Q U E N E C E S I T A T O D O P A R A S I T O”
Tu: - Y qué es?
La copa no da respuesta por varios minutos, parecería como si el espíritu se hubiera ido.
Dejaste la Ouija, por respeto no ibas a llamarlo devuelta, sabes bien que los espíritus si se van no hay que forzarlos a nada, la desarmaste y te recostaste.
El día siguiente te despiertas.
El sol entra por tu ventana, algo fuerte, parecía ser tarde.
Ves la hora, deberías haber almorzado, es muy raro que si te hayas quedado dormido tu madre no te despertara para hacerlo.
Corriste las sabanas, pusiste los pies sobre el suelo, te levantaste, tomaste una remera y fuiste a la cocina.
No había nada preparado, ni sobre la mesa restos de comida.
Fuiste al baño, no había nadie, te lavaste la cara y subiste las escaleras, quizás tu madre también se durmió.
Al abrir la puerta de su alcoba ves su figura sobre las sabanas, allí dispuesta y recostada, el sol también entraba por su habitación.
Te acercaste para despertarla y notaste que no respiraba, ella estaba muerta, sin vida.
Las lágrimas cayeron lentamente por tu rostro, hasta inundar tus ojos de una amargura y melancolía desesperantes.
Al apenas recobrarte bajaste rápido las escaleras y saliste de la casa, fuiste a buscar a algún médico que pueda encargarse del problema, quizás podría salvarla.
Al volver a tu casa, junto con el médico y una mujer que lo ayudaba, subieron rápidamente las escaleras.
Entraron a la habitación y el medico reviso a tu madre, se sentó a un costado de la cama, y la mujer le servía de sus instrumentos alcanzándoselos mientras los sacaba del maletín.
El medico dio la afirmación de que ella tenía pulso, ella aún seguía viva.
No fue más que solo un momento cuando el medico quita el estetoscopio de tu madre, y ella abre los ojos, de par en par y clava su mirada contra el médico.
Rápidamente apoya sus manos sobre el cuello de él, estrangulándolo. La mujer se asusta, y te quedas paralizado. La imagen no tarda en volverse espeluznante cuando tu madre comienza a morder al médico, arrancándole pedazos de carne.
La mujer intentaba desesperadamente separar a tu madre del médico.
Tus ideas comenzaron a fluctuar una a otra, y te diste cuenta de todo.
El espíritu, el parásito, el ritual, todo concordaba.
Corriste a tu cuarto, dibujaste rápidamente un círculo, y proseguiste con un ritual de destierro, el cual podría alejar al espíritu de la casa.
Estabas asustado.
Las cosas no marcharon como esperabas.
El círculo que habías dibujado con tiza empezó a levantarse en el aire, y poco a poco iba desapareciendo, en su lugar otro círculo se transfiguraba en el suelo, como tinta.
Intentaste salir de él, pero algo te lo impedía, estabas sobre él y no podías salir de ahí.
El círculo empezó a dibujar otras líneas que salían y dibujaban otros círculos que encadenaban otros más y esto ocurrió en toda la habitación, tapando las paredes, incluso el techo, la tinta corría y goteaba.
La habitación se volvió sofocante, había mucho calor, un calor insoportable.
Escuchabas gritos de la habitación de arriba, gritos de dolor, desgarradores.
Notaste que uno de los gritos era el de tu madre y otro parecía ser de la mujer que acompañaba al médico.
Te quitaste tu ropa, el calor era insoportable, no resistías mas, aquella habitación se volvió un infierno, los círculos satánicos llenaron la habitación.
Perdiste la conciencia en aquel caos tumultuoso.
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A.E Wonderland.
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